Con el cepillado diario, dos veces al día, construye una protección continua contra la sensibilidad dental, creando una barrera sobre las áreas vulnerables de los dientes. Alivia el dolor de la sensibilidad en sólo 60 segundos. Deja en tu boca una sensación de limpieza y frescura, y además blanquea el esmalte y previene la aparición de manchas.